La mayoría de nosotros hemos visto un payaso por lo menos una vez en la vida.
¿Sabes de donde viene este antiquísimo oficio?
Se puede decir que el tatarabuelo del payaso tal como lo conocemos hoy en día es el bufón. Ese personaje que podemos ver en más de una película que rememora los tiempos de castillos y reinos de los primeros siglos de la humanidad.
Su trabajo principal era llevar diversión y risas a todos los presentes, desde los reyes y príncipes hasta los espectáculos de calle que disfrutaba la plebe.
El trabajo del payaso fue tomando seriedad, y era presentado en obras de teatro donde aparecen hasta en las piezas teatrales de Shakespeare. Incluso poseían cierto rasgo de humor combinado con crítica de las decisiones que reyes y emperadores tomaban en aquella época.
El Payaso y el circo
Luego aparecieron formalmente como espectáculo los circos por toda Europa. Dentro de la variedad de shows que se exhibían, el número del payaso “Billy Buttons” se estableció en casi todos los circos de la época, aún hoy en día, algunos espectáculos presentan una variación de dicho número.
Entra en escena la familiar cara maquillada de blanco y hasta las mujeres se hacen presente para representar a este gracioso personajes que deleitaban a grandes y pequeños.
A mediados del siglo XX, surge una familia que impulsa el trabajo del payaso: Los Fratellini. Ayudaron a promover la cultura circense de aquellos tiempos y debido a su gran talento, establecieron rutinas muy populares y jocosas.
De hecho a uno de los hermanos (Albert Fratellini) se le atribuye la aparición del aspecto actual del payaso con su nariz roja o payaso tipo Augusto.
Curando a través de la risa
Cambiar el mundo a través de las risas, así con esta ley motiv, varios personajes empiezan a mirar con otra perspectiva la profesión de payaso.
Uno de ellos fue el Dr. Doherty Hunter, que a principios de los años 70 impulsó los beneficios de mezclar la risa con la medicina, naciendo de esta manera la risoterapia.
A pesar de no contar con el apoyo y entusiasmo inicial, poco a poco, a través de visitas a centros hospitalarios, los médicos observaron cómo estas sesiones de risa llevada a través de los payasos de hospital contribuían en gran medida la rápida recuperación de los pacientes.
Los niños y adultos disfrutan inmensamente con las ocurrencias y juegos que estos héroes con narices rojas van llevando a muchos lugares del mundo.
Detrás de esas presentaciones, hay mucho trabajo y preparación. Es una hermosa labor que llevan a cabo diariamente miles de personas alrededor del mundo.
Se estima que actualmente existen unas 300 organizaciones registradas como payasos de hospital y el número sigue creciendo. Definitivamente están generando un cambio positivo en la sociedad.
¿Y usted, quisiera convertirse en un payaso de hospital?
Autor: Frank Chivico
